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La larga sombra de Mariela

Es un momento especial, muchas emociones en este mismo instante recorriendo mi cuerpo de un extremo a otro. Llevo sobre mi espalda el peso de cinco años de trabajo intenso para terminar mi novela «Mariela envenena mis sueños«.

Recuerdo que comencé a escribir una noche de febrero en mi pequeña habitación de Crawley, al sur de Londres y aquello, que parecía un momento de locura excepcional, me ha llevado por un camino increíble lleno de momentos inolvidables y que puedo definir sin duda alguna, como la mayor aventura de mi vida.

Y aquí estoy, a pocas semanas de su lanzamiento, con su portada entre mis dedos, acariciándola suavemente, como el pomo de una puerta que lleva cerrada mucho tiempo y que uno duda en abrir, aun sabiendo que al otro lado pueden estar esperando magnificas experiencias. Hay que atravesarla, para adentrarse en la historia que guarda Mariela y todo lo que ella representará una vez la conoces. De momento, únicamente esta imagen, sin decir mucho más de lo que guarda entre sus páginas, sin adelantar cosas o crear falsas expectativas de algo que lleva muchos años cociéndose a fuego lento.

Nunca pensé que este camino sería tan emocionante. Ahora lo pienso fríamente, miro atrás y veo que era muy necio al comienzo de mi aventura literaria. No sabía que tendría que pagar un alto precio al subirme a esta aventura. Una parte de mi vida se ha quedado entre esas hojas, otra parte nueva ha crecido y esta obra, me ha acompañado en todo momento, convirtiéndose casi sin darme cuenta, en una compañera incuestionable. al fin y al cabo, esto no fue más que un proceso de madurez emocional escondido entre párrafos y que tenía la necesidad de vivir, del que fui maestro y alumno, escritor y lector.

Necesitaba extirpar algo que arrastraba y me quemaba por dentro, tenía una necesidad obsesiva por contárselo al mundo, abrirme en canal para que se escuchase perfectamente el latido de mi corazón, que en aquella época latía a mil por hora. Y aun así, a veces, dudaba si seguir escribiendo o dejarlo cerrado bajo llave en un cajón una vez lo terminase para recurrir a él en mis momentos de flaqueza. Este insolente titubeo se asomó varias veces, en instantes distintos y a la vez precisos. Un paso o dos atrás, empujados por el miedo y su eterna amante, la duda, después de escribir y reescribir decenas de hojas, que por una parte me encantaban, pero por otra sentía una vergüenza enorme por enseñarlo.

Quería plasmar en sus líneas mil situaciones emocionales incómodas con naturalidad, hablar de ellas sin tapujos, mirando a los ojos y esperando esa respuesta que tapa cualquier boca, tenía que arriesgarme aun sabiendo que me tacharían de loco aquellos que nunca quisieron vivir la vida con valentía. Aunque eso poco importa cuando los que alzan la voz y te critican no están en tu bando. Jamás entendieron ni entenderán nada de lo que sientes.

Recuerdo aquellos días de escritura obsesiva, como los mas grises y lluviosos de de toda mi vida. En el recuerdo, se balancea un tono oscuro que los cubre sin ningún pudor ni compasión por quien los haya padecido. Es como si un escalofrío recorriese mis entrañas cada vez que miro atrás para ver el camino recorrido hasta llegar aquí. Fueron tiempos de ansiedad y dolor que atravesé sin miramientos en mitad de una tormenta que duraba demasiado, pero que tenía que pasar si quería volver a brillar y que este cuento saliese adelante.

Al fin pudo la impulsión, el no pensarse mucho las cosas, decidir un camino que se bifurca en dos sin miedo a equivocarse y aquí está esta historia, que pronto verá la luz al fin y que aunque a veces me costó tanto escribir, al final, siempre aparecía delante de mí, una dama de manto blanco llamada certeza, que me susurraba al oído que lo correcto, era seguir adelante, porque las cosas hechas con el corazón siempre son las más bonitas.

Una frase vale más que mil palabras «ella se marchó, él nunca la olvidó«, así de sencillo, pero también triste. Llegó la hora de disfrutar lo que antes se padeció, la larga sombra de Mariela.

 

Agradecer a Editorial Fanes por el trabajo y esfuerzo de todos estos meses.

 

Disponible en librerías, Amazon y web editorial a partir de MARZO. Fecha aun por confirmar.

Escritor autodidacta de historias emocionales e intensas, tomo como referente la prosa de la Generación Beat para construir historias propias. Viajero incansable, cada aeropuerto y ciudad nueva que piso con mis pies estremecen mi alma. La música siempre sonando, mi mayor castigo es la ausencia de una melodía. Literatura, viajes y música forman una vida que guarda mil vidas dentro.

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Jordi Cicely
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