Dos años con Mariela

Este próximo 14 de febrero se cumplen dos años de la publicación “Mariela envenena mis sueños”, una historia que se fraguo en una primavera lluviosa al sur de Londres, en mi habitación pequeña con moqueta de Crawley, pueblo donde vivía y trabajaba. En aquellos días inciertos, escribía con una rapidez abrumadora decenas de hojas en una sola noche, lo hacía como si llevase toda una vida escribiendo. La única imagen que nublaba por momentos tanta inspiración, eran las divagaciones que susurraba mi mente con poder ver aquello que esta saliendo de mi interior expuesto en las estanterías de las librerías, bibliotecas para que las manos los lectores y las lectoras fuesen directos a las tapas de mi obra, y no, no era por un tema de soberbia o egocentrismo, mas bien era porque quería que todo el mundo la leyese, la hiciese suya y supiese como me encontraba por dentro en aquellos días, que estaban muy lejos de ser la tranquilidad de ahora.

Desde que comencé a escribirla hasta que salio publicada, pasaron muchas cosas que estuvieron a punto de dejarla metida en un cajón y también pasaron muchos días, un total de cinco años de espera entre correcciones, reescrituras y puertas que se cerraban a cada paso que daba.

Hoy, ya han pasado dos años desde que salio y siete desde que comencé a escribirla, todo como si fuese un suspiro, de los muchos que hubo en aquellos días de incertidumbre y mucha ilusión, dos conceptos antagónicos pero que juntos traen sensaciones placenteras.

Mariela ya es adulta, creció a toda velocidad en cada presentación, en cada feria y en los encuentros literarios, en los que no paraba de contar la historia que encerraba la historia en si, como creyendo que así me purgaría de de todo el dolor que me supuso el vivir y revivir las vivencias que se quedaron en las hojas. Mariela perdió la inocencia con cada lector y lectora que se acercó y decidieron hacerla suya, y así fue, como conseguí que esta historia cada vez pareciese mas lejana y llegó un momento que me di cuenta que la intensidad se había marchado para siempre, viéndola a lo lejos sin mas nostalgia que la de un personaje que se aleja y que me representaba hace unos años y ahora ya no.